Pepe Arenzana

Historias de un Boniato Mecánico (A Clockwork Sweet Potatoe's Stories)

4 octubre, 2013
por Pepe Arenzana
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Esos locos en sus viejos cacharros

Tuk-tuk, Jeepney, Matatu, Tap-tap, Rickshaw… Nos hemos montado en los medios de transporte artesanales más desquiciados del Tercer Mundo, una aventura casi de Indiana Jones. Arrancamos hoy en Asia. ¡Brrrrrrrr…!

         Seguro que conoces ese anuncio de un joven hindú que transforma a martillazos su vieja camioneta en el coche de sus sueños, un Peugeot 206. No exageran. La inventiva de la necesidad no tiene límites y en las calles de Cuba, Pakistán, Kenya, Haití, China o Malí verás correr los transportes artesanales más absurdos, asombrosos… y arriesgados. Hoy, Asia. Continue leyendo →

4 octubre, 2013
por Pepe Arenzana
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Lo más «cool», Tropicool

La nueva marca, el signo distintivo de Miami, se denomina “Tropicool”. Corresponde a la imagen fabricada a finales de los ochenta gracias a una serie de TV que triunfó en el mundo entero: “Miami Vice” (“Corrupción en Miami”). En aquellos años, los detectives Sonny Crocket (Don Johnson) y Ricardo Tubbs (Philip Michael Thomas), con sus chaquetas color pastel y su modo de vida inexplicablemente alto si se tiene en cuenta el sueldo de un policía del Estado que hoy gobierna el hermano del presidente Bush, resucitaron una postal de Miami donde las grandes motoras, los Lamborghini Diablo, las rubias siliconadas, los cuerpos musculosos y la música disco ejercieron de imán irresistible para lo que el presidente Reagan definió entonces como “el jardín trasero de América”. Continue leyendo →

4 octubre, 2013
por Pepe Arenzana
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El Club del Bang-Bang

Ninguno de los cuatro imaginó que al final de esa mañana del 18 de abril de 1994 el fotógrafo Ken Oosterbroek estaría muerto. Menos aún podían suponer que justo tres meses más tarde otro miembro más del grupo, Kevin Carter, se quitaría la vida y ya sólo quedarían dos para contarlo: Greg Marinovich y Joao Silva. (“Instantáneas de una guerra encubierta: El Club del Bang-Bang”. Grijalbo. 311 págs.). Continue leyendo →

4 agosto, 2013
por Pepe Arenzana
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La mina que pisamos aquel día

–       “¡Papá, nos vamos a jugar a la placita!”

Así se despedían mis hijos, una tarde cualquiera, con un balón bajo el brazo, para echar con sus amigos unos partidos interminables en el improvisado ‘rectángulo’ de juego de la plaza más cercana.

En realidad, la placita es un trapecio irregular de losetas resbaladizas, trufado de alcorques, farolas y naranjos, una de cuyas porterías se sitúa entre un buzón de correos y un banco de hierro forjado, y la otra, algo sesgada, entre un templetillo de mármol coronado por una cruz y una mochila llena de libros.

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4 junio, 2013
por Pepe Arenzana
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El «Chu-cu-chú» de la TV pública

A punto de cumplir 25 años desde el inicio de sus emisiones, un 28 de febrero de 1989, Canal Sur TV no está para demasiada celebración. Muchos son los problemas que se le han amontonado a lo largo de estos años y no siempre se han resuelto, a pesar de contar con la varita mágica de la financiación institucional, ésa que se alimenta y lo corrige todo a final de año con el dinero de los impuestos.

Ni siquiera en el momento de su nacimiento la TV pública andaluza estaba destinada a convertirse en otra cosa que en un aparato de adecentamiento del poder gubernamental, pero, al menos sobre el papel, en su Ley de Creación, la Rtva encontraba cierto argumentario que podía justificar su existencia más allá del sostenimiento de las emisiones que le son más o menos propias. Continue leyendo →

4 enero, 2013
por Pepe Arenzana
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La hora de los escorpiones

Llegó la hora de las decisiones coherentes. Sin emplastos bobalicones de pacifista de entreguerras, ni las habituales zarandajas pretendidamente intelectuales de quienes durante décadas negaron, disculparon o exculparon las atrocidades en la URSS a la vez que exhibían, como denunció Jean-François Revel, su antiamericanismo de garrafa (“La obsesión antiamericana”).

Llegó la hora, y con una unanimidad entre los franceses fuera de pronóstico, la intervención militar gala en Malí, liderada por su comandante en jefe, François Hollande, ha recuperado en un abrir y cerrar de ojos el control de las ciudades de Gao y Tombuctú, ésta última declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Continue leyendo →

4 noviembre, 2012
por Pepe Arenzana
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Ronchas e intoxicaciones

Los periodistas arrastramos cierta fama de suspicaces o desconfiados ante el Poder. Y puede que en ocasiones se corresponda con la realidad. Es nuestro oficio. Sin embargo, a mí me parece aún más llamativo cuando ocurre lo contrario.

No comprendo, después de más de treinta años en esta profesión, cómo es posible que muchos (a veces, incluso, sin intención o maldad alguna) sigan sin cuestionar con la debida antelación informaciones caídas de cualquier parte. Necesitaré, si me lo permiten, recurrir a algún ejemplo. Continue leyendo →

4 octubre, 2012
por Pepe Arenzana
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Un pollo sin cabeza

Soy padre de unos niños a los que, un  mal día, un tal señor José Antonio Griñán decidió regalarles un  ordenador portátil. Quizá no se le crean (o sí, porque muchos de ustedes habrán vivido idéntica experiencia), pero lo cierto es que a ese señor en mi casa no lo conocemos de nada. Sabemos, claro está, que, al igual que el anterior, un tal Chaves, preside el Gobierno que gestiona nuestros dineros, el de todos (además de los suyos propios, claro está, aunque ésos, al parecer, de una forma todavía más opaca, a juzgar por la inexplicable cantidad que ambos tenían declarada como patrimonio). Continue leyendo →

4 julio, 2012
por Pepe Arenzana
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Tombuctú bajo el silencio

Hay ocasiones en las que el silencio se convierte en la peor impostura, pues cubre a todos con la misma ignominia de los canallas. A menudo, durante graves conflictos, se hace aconsejable la prudencia, pero no el silencio.

Una facción de cafres, islamistas fanáticos que actúan con el nombre Ansar Dine, bajo el marchamo ‘comercial’ de Al Qaeda del Magreb Islámico y con el apoyo de algún grupúsculo tuareg, se ha hecho con el control de dos míticas y antiguas ciudades de Malí: Gao y Tombuctú.

En una mañana, los salvajes han arrasado varios de los monumentos medievales de Tombuctú, catalogada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. En apenas unas horas han derribado el muro de la mezquita de Sidi Yahya, han saqueado y destruido morabitos y sepulcros de los santones de la ciudad, han penetrado como hipopótamos desnutridos en la impresionante mezquita de barro de Djinguerey-ber y terminarán por derribar la histórica de Sankoré, parte de cuya biblioteca, afortunadamente, se guarda desde hace siglos, tras muchas peripecias, aventuras y casualidades, en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

España, y sobre todo Andalucía, comparten con Tombuctú y con Gao,  puertos de llegada de la rutas transaharianas, ambas junto al río Níger, y con todo el Sudán Occidental, una larga historia de intercambios humanos, económicos y culturales. Unas relaciones que arrancan en los orígenes de al-Andalus, cuando las caravanas de comerciantes magrebíes y andalusíes se lanzaron a cruzar el Sáhara atraídos por la irresistible llamada del oro. De la intensidad de estos contactos medievales es expresiva la noticia que nos da el geográfo onubense del siglo XI al-Bakri cuando nos cuenta que en las mezquitas de Gao la oración del viernes se había pronunciado en nombre de los califas cordobeses. A lo largo del tiempo los contactos se mantendrán y serán de ida y vuelta: desde el granadino Es-Saheli, en el siglo XIV, a Gaudí, y del almeriense Yawder Pachá, en el XVI, a Miguel Barceló. En aquella zona se conservan aún lazos y tradiciones con más de cinco siglos de antigüedad, tal como refleja la novela mundialmente famosa “León el Africano”, del libanés Amin Maalouf,

Esta nueva acción terrorista no es anecdótica. Tampoco casual. Pretende ser una provocación más en toda regla a la Unesco y, con ello, a Occidente. Y a fe que lo consiguen, pues la Unesco, y todos los ciudadanos, volvemos a ser rehenes de un grupo de salvajes, idénticos a los que dinamitaron los famosos Budas de Bamiyán afganos.

En aquella ocasión, los dirigentes de la Unesco se vieron obligados a salir a la palestra y, con ello, a propalar y a hacer la propaganda que buscaban los criminales de guerra. Vuelve a suceder lo mismo y otra vez la Unesco y su catálogo de declaraciones patrimoniales sirven de percha inmejorable a grupos terroristas para dar publicidad a sus abominables acciones.

La disyuntiva que nos plantean los terroristas, como bien sabemos en nuestro país, es siempre atroz, pues con frecuencia nos obliga a escoger entre proclamar la indignación y la repulsa que merecen tales acciones o guardar silencio ante las agresiones para evitarles su minuto de propaganda.

Ahora es el momento de la prudencia. Para no agravar la situación. Para que los terroristas no amplíen el uso de la piqueta o la dinamita, pero alguna vez tendrán que entender quienes operan en los supra organismos internacionales que no cabe la tolerancia con los intolerantes. Cabe, sí, el pragmatismo del ‘do ut des’ (“doy para que des”), o el más empleado por la diplomacia anglosajona ‘quid pro quo’ (“algo a cambio de algo”), para poder mantener en pie no sólo los monumentos como testigos de la Historia o como símbolos de la creación humana, sino para proteger algo aún más vital e importante como es la misma tolerancia por la que pelearon durante siglos millones de seres humanos para sostener el a veces difícil  andamiaje de su propio devenir histórico.

Eso es lo que Al Qaeda está queriendo destruir ahora. Bajo la excusa de derribar las mezquitas y los sepulcros históricos de Tombuctú y Gao, lo que los fanáticos islamistas tratan de arrasar es esa tolerancia con la que se ha logrado mantener en pie una impresionante arquitectura humana en una sociedad diversa y compleja en la que todos sus miembros se necesitan mutuamente para sobrevivir.

Es el Dios de la tolerancia al que tratan de extirpar ahora y Occidente debe responder con la contundencia necesaria a quienes se empeñan en utilizar los organismos internacionales como meros conductos para su propaganda. Son un puñado de criminales, una mala especie de ‘botellona’ pegatiros que puede ser desalojada o enterrada bajo la arena del desierto con apenas una trompada de decisiones congruentes. Con prudencia, pero sin más silencios.

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– José Luis Villar Iglesias. Lcdo. en Derecho y Lcdo. en Historia por la Universidad de Sevilla. Autor de la Tesis «Al Andalus y las fuentes del oro».

 

 – Miguel Camacho. Lcdo. en Filosofía y Letras. Fue jefe de gabinete del consejero de Relaciones Institucionales del Gobierno andaluz. Es profesor de Instituto (Historia) en Sevilla.

– José Mª Arenzana. Periodista. Es miembro del Consejo Audiovisual de Andalucía.

4 julio, 2012
por Pepe Arenzana
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¿Y si Dios no existe?

Entre los muchos disparates auspiciados bajo la hégira del inolvidable ZP, quizá recordarán aquella campañita que puso en marcha un grupo de ateos en autobuses de varias ciudades europeas. Consistió en unos carteles que rezaban (¡ay!): “Probablemente Dios no existe”.

Pero incluso los ateos (“los que niegan la existencia de Dios”, según el DRAE) demostraban con ello no tenerlo nada claro, pues el adverbio inicial otorgaba a su contrario, a la existencia de Dios, cierto grado de probabilidad, grande o pequeño, no lo aclaraban, luego habrá que pensar, pongamos, que de un 50 por ciento. Tratándose de ateos, no está mal para empezar, ¿no les parece? Continue leyendo →