Pepe Arenzana

Historias de un Boniato Mecánico (A Clockwork Sweet Potatoe's Stories)

La propaganda entra en guerra

Un poco de información: hace 4 años, en 2012, los rebeldes y yihadistas ocuparon la mitad oriental de Alepo, una ciudad en la que desde siempre han convivido pacíficamente comunidades musulmanas de muy diverso signo, desde chiíes (sobre todo) y suníes, a yazidíes y sufíes, además de una abundante población judía y miembros de muy diversas sectas cristianas. El ejército sirio, con apoyo ruso, resistió la ofensiva y comenzaron los combates.

Bana Alabed, la niña que, presuntamente, 'escribía' cartas despidiéndose bajo las bombas

Bana Alabed, la niña que, presuntamente, ‘escribía’ cartas despidiéndose bajo las bombas

En estos cuatros años ha pasado casi de todo, y a veces parecía que ganaban los de un lado y luego los del otro. Ha habido bombardeos y masacres por ambos bandos, uso de bombas prohibidas y destrozos de hospitales, pero sobre todo mucha guerra de propaganda, con imágenes de la misma niña bombardeada varias veces (montaje), cartas de niños inventadas por completo, etcétera.

En estos cuatro años de combates, el ejército sirio-ruso habilitó varias veces pasillos humanitarios y anunció varios ‘alto el fuego’ para que la población civil de la zona oriental que lo desease abandonara la zona de combate: a veces salieron 20 y otras 200, pero salieron pocos y buena parte de la población civil permanece retenida a la fuerza por los yihadistas y rebeldes (todos suníes) para ser usados como escudos humanos en esa guerra de propaganda, difundiendo fotos de muertos y heridos cada vez que se produce un ataque de los sirio-rusos…

Ahora, al fin, parece que la batalla de Alepo podría acercarse a su final con una nueva ofensiva de los sirio-rusos, motivo por el cual los yihadistas y rebeldes redoblan su propaganda anunciando que sufrirán una masacre final sobre la población civil…, cosa que se podría haber evitado si les hubiesen dejado o, incluso, animado a salir.

En estos 4 años de guerra, en Occidente, sólo ocasionalmente algunos permanecían atentos a los combates… ¿Por qué os alarmáis y os sensibilizáis ahora con la posible cercana derrota de un bando que se dedica a arrojar a homosexuales desde los edificios en ruinas, a cortar cabezas a los cristianos o a ejecutar sin contemplaciones a la menor sospecha y que intenta aplicar la sharia en cuanto las condiciones lo permitan? Yo os lo diré: propaganda, ¡víctimas de la propaganda!

Ah, una cosa más: al parecer, los yihadistas han venido siendo apoyados por la Administración Obama-Hillary a través de Qatar y, curiosamente, ha sido ganar las elecciones Trump y los yihadistas están a punto de perder la gran batalla de Alepo.

Lamento haberos jodido un poco la pesadumbre navideña, por muy bienintencionadamente que a todos nos encoja el alma.

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